A veces se hace imposible circular por los pasillos de los camarines vip cuando la pequeña rubia decide cambiarse de vestuario. Ella suele dejar entreabierta la puerta de su camarín “justo” en el momento en que se está cambiando la bombachita, generando un caos de transito de soñadores, productores y chongos, que quedan babeándose atorados en el pasillo. Éste ya es un rito esperado en cada intervalo de las galas.
Una de las patinadoras de mejores performances que pertenece al grupo de las bajitas, no puede verse con otra patinadora perteneciente al grupo de las altas. La morocha y la rubia tratan de no cruzarse en los pasillos y se evitan en la puerta de Ideas del Sur. La que está adentro trata de salir antes de que la otra llegue a la productora. Dicen por ahí, que si las cosas siguen empeorando, la rubia va a cortarle el flequillo a la morocha.
Una de las actuales patinadoras dueña del mejor “poto poto” del certamen, habría tenido una mala semana con su patinador. Parecería que la chica que estrenó hace poco una sonrisa de marfil, no tolera que las plumas que le vuelan a su soñador cuando pega sus famosos giritos, la tapen y opaquen en cámara.
A delgado soñador del bailando, tras una peleita con su famosa durante un ensayo, se le habría ocurrido tomarse un pequeño descanso de fin de semana. Un entredicho entre ambos, hizo que el soñador abandone el lugar y desaparezca por tres días. A la famosa la dejaron solari…
Una de las jurado del “Patinando por un Sueño”, que se la ve por los pasillos con sus vianditas y tiene prohibido tocar el catering, expresó poniendo cara de asco: “¿Qué es ese olor a sopa?”. Mientras tanto… en la punta opuesta, otro miembro del jurado paliaba el frío con un vaso caliente y sabroso de esta infusión. ¡Cambiame la música!
Una patinadora ya eliminada, que no pudo cumplir su sueño de llegar al altar, estaría furiosa porque su soñador volvió al certamen con otra famosa, y esto le impide ensayar para estar en el repechaje. Asimismo, la famosa que sigue en carrera parece sentirse muy pero muy contenta con el patinador reemplazante y no querría que vuelva su soñador oficial. Entonces, ¿qué va a hacer “la profe” cuando vuelva su patinador? ¿Lo mandará a llorar a la iglesia?
